Los chicos están muy preocupados, pues Noiret no les ha llamado para darle su dosis diaria de medicina. Cuando Iván se arma de valor y entra a preguntarle a su padre a qué se debe ese retraso, Noiret le comunica que ha decidido no volver a darles la medicina ni a él ni a sus amigos, pues ha averiguado que planeaban matarle. Iván le confiesa que fue cosa suya y que los demás no tuvieron nada que ver, pero Noiret se mantiene firme: no piensa darle más medicinas ni a él ni a sus amigos. El fantasma de una niña idéntica a Paula se presenta de nuevo ante Julia: esta claro que tiene algo que contarle. Julia, asustada y sobrecogida por el parecido del fantasma con la hermana de Marcos, la sigue hasta el aula de los pequeños, donde la aparición intenta hacerle llegar un mensaje usando unos dados con letras. Pero Julia no entiende nada y el fantasma de la niña pierde la paciencia... Gustavo, el perro del guardabosques, aparece muerto. Su cadáver destrozado está en el suelo de la cocina. Está claro que la criatura que entra por las noches en el colegio se está volviendo cada vez más peligrosa. Sin embargo, no todos los habitantes del bosque parecen tener malas intenciones: alguien ha dejado durante la noche un ramo de flores en la ventana de la habitación de Paula, igual que hacía el gnomo.